Nuestro primer encargo fue todo un desafío, no porque no sepamos como hacerlo sino que queriamos que nos quedara perfecto, ya saben por aquello de ser nuestro primer cliente. Sencillo no puede ser el calificativo de este trabajo, porque empezamos desde cero y decidimos hacerlo todo a mano, incluso el mismo stand en donde van los PonkeCake. Sin embargo aprendimos mucho de esta primera experiencia, y sobretodo que la distribución de tu tiempo es clave y que no se pueden hacer perfectos de un día para otro. Nos somos, ninguna de las dos, chef pasteleras ni nada por estilo, pero nos gusta la cocina, tenemos una mama Chef muy exigente, que nos empuja con sus comentarios (a veces demasiados) a ser cada mejor. De ella aprendimos la receta principal y a partir de alli, pues como todo ensayo y error. Aqui seguiremos con este ensayo que se convierte en proyecto de vida. No queremos despedirnos sin darte las gracias por estar alli en nuestros primos pasos Quino, nuestra primera clienta.
